Por: Liz Damaris Vicente Berríos
Cada año, miles de hispanos emigran a los Estados Unidos, buscando mejores condiciones de vida. En general, emigramos en busca de nuevas oportunidades de empleo con un mejor salario y nuevas oportunidades educativas, tanto para nosotros mismos como para nuestros hijos. Llegamos a emprender y a luchar. Llegamos a abrir camino hacia un futuro mejor.Aunque somos considerados una “minoría”, los hispanos formamos una parte importante de la clase trabajadora y contribuimos de muchas maneras a la economía del país en el que vivimos y que consideramos nuestro segundo hogar. Muchos de nosotros trabajamos en funciones esenciales como la agricultura, la salud, la producción de productos de primera necesidad y muchas áreas más.El hispano no le teme al trabajo duro. Somos personas trabajadoras, luchadores incansables, valientes, capaces. Tenemos visión y hambre de superación. Muchos llegamos sin nada y sin nadie. Con lucha incansable, con el paso del tiempo, logramos reunir a nuestras familias, tener un techo seguro al que llamamos hogar. Ponemos comida en la mesa, proveemos para nuestros hijos, y como decimos en Puerto Rico: “echamos pa'lante”.Somos fuertes y persistentes. Somos humildes, cariñosos, gente buena que se mueve a ayudar al prójimo frente a la necesidad. Donde hay hispanos, hay alegría: nos gusta la música, el baile, la comida. Los hispanos le damos sabor a la vida.
Por eso y muchas cosas más,
¡Yo VIVO ORGULLOSA DE SER HISPANA!
¿Y tú?
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