Mantener la Luz Encendida en Tiempos de Sombra/Keeping Your Light Alive in Times of Shadow

Publicado el 23 de noviembre de 2025, 4:20

Hay momentos en la vida en los que nuestra fortaleza espiritual es puesta a prueba no por grandes tormentas, sino por situaciones sutiles: actitudes que hieren, palabras que minimizan, gestos que intentan apagar nuestra luz.

Imaginemos un escenario común en muchos ambientes:

Una persona nueva llega a un equipo donde alguien con más antigüedad, en lugar de guiar o edificar, empieza a subestimar sus capacidades, cuestionar cada acción y sembrar dudas. A veces no hay un ataque directo, pero se siente esa energía que intenta reducir tu confianza, tu identidad y hasta tu propósito.

Quien ha vivido esto sabe lo que se siente:

Una presión emocional silenciosa,

La sensación de tener que demostrar el doble,

El temor de cometer errores,

Y la pregunta interna: “¿Realmente pertenezco aquí?”

Pero cuando esto sucede, es clave recordar una verdad espiritual profunda:

 Nadie puede apagar una luz que Dios encendió.

En situaciones donde otros intentan disminuirte, no olvides:

1. Tu valor viene de Dios, no de la opinión de otros.

Las voces humanas son temporeras. La voz de Dios sobre ti es eterna:

Fuerte, capaz, digno(a), llamado(a)

2. Los desafíos no vienen para destruirte, sino para fortalecerte.

A veces Dios permite que ciertas pruebas revelen tu carácter, afiancen tu identidad y te preparen para niveles mayores.

3. Poner límites es un acto de amor propio y obediencia espiritual.

Un límite puede expresarse con respeto y firmeza:
“Aprecio la retroalimentación, pero necesito que sea constructiva y respetuosa. Estoy comprometida(o) con crecer, no con permitir que se siembren dudas innecesarias en mi camino.”

4. Tu propósito no depende de la aceptación humana.

Algunas personas sentirán amenaza cuando ven tu brillo. No es tu tarea encoger tu luz para que otros se sientan cómodos.

 Mensaje central para esta semana:

Cuando alguien intenta disminuir tu valor, Dios te recuerda quién eres.
Cuando alguien busca debilitarte, Dios te fortalece.
Cuando alguien te empuja hacia abajo, Dios te levanta aún más alto.

Tu identidad está segura en sus manos.

“El Señor peleará por ustedes; ustedes se quedarán tranquilos.”
— Éxodo 14:14

Descansa en esta verdad:

No tienes que demostrar nada a nadie.
Solo mantenerte firme, caminar con paz y dejar que Dios hable por ti.

There are moments in life when our spiritual strength is tested—not by storms, but by subtle situations: attitudes that hurt, words that minimize, or gestures meant to dim our light.

Imagine a common scenario:

A new person joins a team where someone with more seniority, instead of guiding or lifting them up, begins to underestimate their abilities, question their decisions, and sow doubt. There isn’t always an open attack, but the atmosphere carries an energy that chips away at confidence and makes one question their worth.

Anyone who has lived this knows the feeling:

  • A quiet emotional pressure,

  • The sense of having to prove yourself twice as much,

  • The fear of making mistakes,

  • And that internal question: “Do I really belong here?”

But in these moments, it is essential to remember a powerful spiritual truth:

No one can extinguish a light that God has ignited.

When others try to diminish you, hold on to this:

1. Your value comes from God, not from people’s opinions.

Human voices are temporary. God’s voice over your life is eternal:
Strong, capable, worthy, chosen.

2. Challenges are not meant to break you—they refine you.

Sometimes God allows certain situations to strengthen your character, affirm your identity, and prepare you for greater purpose.

3. Setting boundaries is an act of self-respect and spiritual alignment.

A boundary can be expressed with clarity and peace:
“I appreciate feedback, but I need it to be constructive and respectful. I’m committed to growing, not to carrying unnecessary doubt.”

4. Your purpose does not depend on human approval.

Some people feel threatened by your light. It is not your assignment to shrink so others feel comfortable.

Central Message for This Week:

When someone tries to diminish your worth, God reminds you who you are.
When someone seeks to weaken you, God strengthens you.
When someone pushes you down, God lifts you even higher.

Your identity is secure in His hands.

“The Lord will fight for you; you need only to be still.”
— Exodus 14:14

Rest in this truth:

You don’t need to prove your value to anyone.
Stand firm, walk in peace, and let God speak on your behalf.

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios