Descubre

Publicado el 28 de junio de 2025, 7:44

En tiempos de lucha emocional o incertidumbre, muchas personas se sienten atrapadas en la tristeza, el vacío o la ansiedad. Pero la Palabra de Dios nos recuerda algo profundo: No fuimos creados por casualidad, ni estamos aquí por accidente. Cada vida tiene un propósito, y muchas veces ese propósito se encuentra en el servicio a los demás.

 

"Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas."
— 1 Pedro 4:10

 

La Biblia nos enseña que servir no es solo una acción buena; es una expresión directa del amor de Dios en nosotros. Cuando servimos a otros —con palabras de aliento, con tiempo, con cuidado o simplemente con presencia— nos alineamos con nuestro diseño divino. Esa conexión con nuestro propósito trae gozo, paz y sentido incluso en medio de las pruebas.

Servir no es cargar con más peso, sino liberar el alma. Nos saca de la mirada hacia adentro, donde a veces solo vemos dolor, y nos invita a mirar hacia afuera, hacia un mundo que necesita compasión. Ese cambio de enfoque puede ser una medicina poderosa contra la depresión, el aislamiento y la desesperanza.

 

"El que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir..."
— Marcos 10:44–45

 

El mismo Jesús, nuestro mayor ejemplo, vivió su propósito sirviendo con humildad, sanando con ternura y amando sin condiciones. Cuando seguimos ese camino, aunque sea en cosas pequeñas, algo cambia dentro de nosotros. Empezamos a vivir con propósito, y ese propósito se convierte en ancla y luz.

 

Cuando descubrimos el propósito que Dios ha sembrado en nuestro corazón, la vida cobra un nuevo significado. Ese propósito no se trata solo de lo que hacemos, sino de a quién servimos y cómo amamos.

Vivir con propósito es medicina para el alma: reduce la ansiedad, fortalece el ánimo y nos da dirección. La Biblia nos enseña que servir con amor, compasión y humildad es parte de ese llamado. Cuando ponemos nuestros dones al servicio de otros, dejamos de centrarnos en el dolor y comenzamos a ver esperanza.

💛 Servir con propósito es un acto de sanación.
💛 Caminar con propósito nos aleja de la desesperanza.
💛 Vivir con propósito nos conecta con Dios y con los demás.

¿Ya encontraste tu propósito? Tal vez no está lejos… quizás vive en lo que haces con amor.

DESCUBRE


¿A quién puedo servir esta semana con mis dones? ¿Cómo puedo usar mis experiencias para acompañar a otros? ¿En qué áreas siento que Dios me está llamando a actuar?

Que el servicio no sea una obligación, sino una fuente de sanación y plenitud. Porque cuando servimos con amor, también estamos siendo sanados.

Con cariño,


El equipo de Camino Contigo

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios